sábado, 24 de febrero de 2007

Tía Diana

Entré corriendo por el salón principal, subí de a dos los escalones y una vez en el aula en un suspiro y agitada lo dije: Soy tía. Tenía 13 años y estaba en séptimo grado. Dos meses atrás me encontraba diciendole a mi hermano que por más que Raimundo Amador fuera un buen cantaor de flamenco eso no era motivo suficiente para llamar así al nene. Cuando entré en la habitación y lo vi en sus brazos, sonreí primero y acto seguido pregunté temerosa: y cómo se llama?... Marcos contestó complacido: Se llama Martín. Un poco más tarde supe que su nombre completo era Martín Bartolomé. Hoy, con sus diez años es una bellísima persona, muy creativa y con muchisima templanza. No se deja abrazar ni besar mucho, pero por momentos se acerca y es el mejor regalo.
Unas horas antes de cumplir mis 14 años, Marcos (nuevamente en escena) llamó a casa para que nos quedasemos con Martin esa noche... Claudia había empezado con las contracciones pre parto. Pasadas las doce mamá me regaló unos aritos preciosos y Martín descansaba en su aposento. A la mañana siguiente, Delfina era la nueva personita de la familia. Sí, nos parecemos. Es pasional con lo que dice y lo que piensa. Tiene un sentido del humor muuuy desarrollado y una energía perdurable. Muy.
Yo tenía 16 años recien cumplidos, plena adolescencia. Isabella estuvo un tiempo en la incubadora, era muy pequeña y ya desde entonces gozaba de una belleza llamativa. Recuerdo que el primer tiempo la cuidabamos todos los miercoles. Y recuerdo también que por ese entonces yo estaba de amores, con mi primer amor... (luego descubriria que era un tonto, por no decir otra cosa ya que estamos hablando de lindos recuerdos). Isa es tranquila. Sabe escuchar y comprender todo lo que pasa a su alrededor, muy despierta para tener sus 7 años. Pero es firme en lo que quiere. Y no se deja convencer de lo contrario fácilmente.

Desde aquellas épocas soy tía de estos tres personajes. Crecí siendo tía, áprendí con ellos a serlo.

Tres días atrás, yo me apuraba en salir para el trabajo y mantenía una discusión en diferido vía mail con mamá. Absorta en mis preocupaciones cotidianas tomé mi celular para ver qué decía ese nuevo mensaje de texto que acababa de llegar. "Nació Lautaro" y las palabras parecieron relativizar todo a mi alrededor. No conozco su cara, su vocesita, no nos vimos todavía. Nos separan algunos kilómetros. Pero la sensación es la misma...

Pensar de pronto: No es maravillosa la vida?.