jueves, 14 de junio de 2007

La película recomendada

El temporal me alejó de la carpa del amor comunista que colocaron los compañeros frente al Palacio Pizzurno. Con mamá aun de visita por las cancelaciones aéreas, optamos por cortar esa escasa luz del gris de la tarde con la sala oscura del cine. Día de estrenos, la cartelera rezaba tres títulos de nuestro interés. Elegimos XXY de Lucía Puenzo.
Para los que no leyeron las críticas comento velozmente que se trata de la vida de Alex, una adolescente hermafrodita que vive el despertar sexual de los 15 años desde sus dos sexualidades. Puedo decir que me conmovió profundamente, desde la fotografía del puerto en Uruguay, fresco, celeste y opaco como la trama, hasta los diálogos que más allá de tener sus silencios justificados, rondaban siempre en la indefinición, acorde a las vivencias de Alex. Un desliz por el temor al prejuicio y a la opinión apresurada del mundo. Pero sobre todo, y como oí en algún lugar, es sobre la posibilidad de elegir. Incluso de elegir no elegir.
Hay juventud, hay amor y deseo. Lo que me fascina de esta película es que es original y rompe el tabú de una problemática que muchos creen producto de la ficción, o de comunidades alejadas en tiempo y espacio.

Por cierto, tomar un café en Clásica y Moderna (justo frente a la carpa!) después de la proyección es un plus también recomendado.