viernes, 4 de diciembre de 2009

Tarde

Sucede a veces que uno decide, o al menos su cuerpo, el cuerpo de uno, dormir una siesta creyéndola breve; por entregarse al cansancio mínimo, pero propio, duerme y se queda dormido, durmiendo, descansa y se aquieta. Sin sospechar que quizá, el resto de las personas, que antes durmieran, ya despertaron, o que simplemente nunca durmieron. Uno recuesta la mente para evadir el desvelo constante, la insomne promesa, y el resto continúa, viviendo la vida y el correr del tiempo, que aunque construido, corre. Cuando la siesta termina porque un golpe brusco e insospechado abre de par en par esos párpados inmóviles, descubre uno, a su pesar, cómo el tiempo se le escapó de las manos y a nadie desea, augura, maldice, esa suerte. Esa de despertar tarde.
Hoy desperté finalmente. Tarde para cumplir con mis márgenes establecidos, con mis fotografías deseadas, con mis manos repletas y colmadas de futuro. Hoy desperté de mi siesta, fue interrumpida por voces ajenas, que llegan tarde.
Y a nadie deseo, auguro, maldigo esta suerte. Esta de despertar tan tarde.
Pero si auguro despertar. Y así recordaré mi despertar el día de mañana, que no es hoy porque hoy despierto.
Sucede que la vida tiene matices de colores diversos. Las emociones poseen mayor o menor intensidad, pero muchas veces, no emocionan. La pasión se entristece, el devenir se interrumpe y todo transcurre en cámara lenta, en blanco y negro, sin aromas.
Hoy desperté y cuán absurdo que sea tarde. A veces en sueños uno desea que sea todo un sueño y entonces despierta y calma su angustia ese mismo despertar que hoy me invade y me recuerda cuán tarde… desperté y es tarde.
Pero al menos desperté.
Despierto en Buenos Aires, antes de explorar otras postales. Y todo lo que pudo haber sido me pesa más ahora que en sueños. Ahora estoy despierta.
¿Qué será de mi?

2 comentarios:

Alelita dijo...

no es tarde y no hay tiempo perdido porque el tiempo no nos pertenece. animate a explorar el devenir con sonrisas, fiel a tu estilo. las postales del futuro estan en tus manos! te quiero x siempre

Anónimo dijo...

Siempre cuesta despertar...Es lindo quedarse en la cama fingiendo que se sigue en el sueño nocturno; pero cuán bella es la vida una vez que despertamos.
Es cierto, cuando dormirmos no nos golpeamos, pero tampoco reimos...
Siempre es mejor estar despierto, aún sin un rumbo.
Nunca es tarde para despertar, siempre y cuando sea antes del sueño eterno.
Cariños desde otro lugar del mundo.